
La artralgia, o dolor articular, es un síntoma común que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Aunque no siempre está acompañada de inflamación (como ocurre en la artritis), el dolor persistente en las articulaciones puede limitar las actividades cotidianas, desde caminar hasta tareas simples como vestirse o abrir un frasco. En muchos casos, este dolor se presenta de forma intermitente, pero con el tiempo puede volverse crónico si no se trata adecuadamente.
Las causas de la artralgia son variadas. Puede originarse por desgaste articular, lesiones previas, enfermedades autoinmunes, infecciones o incluso por el sedentarismo. Independientemente de la causa, su impacto funcional y emocional puede ser alto: el dolor reduce la movilidad, limita la independencia y, en ocasiones, genera ansiedad, frustración o depresión.
Aquí es donde la fisioterapia juega un papel fundamental en el manejo y mejora de esta condición. Lejos de ser solo un tratamiento pasivo, la fisioterapia ofrece un enfoque activo, personalizado y no farmacológico para aliviar el dolor y recuperar la funcionalidad articular.
¿Cómo ayuda la fisioterapia a quienes padecen artralgia?
- Evaluación personalizada: En nuestra clínica de fisioterapia, el primer paso es una valoración exhaustiva para entender las causas del dolor y cómo afecta tu movilidad y estilo de vida.
- Terapia manual: Técnicas como movilizaciones articulares suaves o manipulaciones pueden reducir el dolor, mejorar la movilidad y descomprimir estructuras comprometidas.
- Ejercicio terapéutico: Programas de ejercicios individualizados ayudan a fortalecer la musculatura que rodea las articulaciones, mejorando su estabilidad y reduciendo la carga sobre ellas. También se trabaja la flexibilidad y la coordinación.
- Electroterapia y otras técnicas físicas: Modalidades como TENS, ultrasonido o termoterapia ayudan a aliviar el dolor y facilitar la recuperación.
- Educación al paciente: Enseñar al paciente a reconocer sus límites, adaptar movimientos y adoptar hábitos saludables es clave para el éxito a largo plazo.
- Reeducación postural y ergonomía: Corregir posturas inadecuadas o gestos repetitivos que generan sobrecarga articular puede prevenir la recurrencia del dolor
La fisioterapia no solo busca aliviar el dolor, sino mejorar la calidad de vida, devolviendo la confianza para retomar actividades cotidianas y promoviendo la autonomía. Si sientes molestias articulares de forma frecuente, no lo dejes pasar. Un tratamiento fisioterapéutico adecuado puede marcar la diferencia entre convivir con el dolor o volver a moverte con libertad.