
La fibrólisis de gancho es una técnica cada vez más utilizada en fisioterapia para tratar adherencias y restricciones en los tejidos musculoesqueléticos. Muchos pacientes sienten curiosidad o incluso dudas cuando escuchan hablar de esta herramienta. En esta guía te aclaramos las preguntas más frecuentes para que entiendas su utilidad, cómo se aplica y en qué casos está indicada.
Este método, aunque puede parecer invasivo por el uso de un gancho metálico, es totalmente seguro y eficaz si lo realiza un fisioterapeuta especializado. Su objetivo es eliminar restricciones miofasciales que pueden estar generando dolor o limitación de movimiento.
¿En qué consiste la fibrólisis de gancho y cómo se aplica?
La fibrólisis de gancho se basa en la aplicación de un gancho específico que permite acceder a planos profundos del tejido blando. Se desliza sobre la piel para localizar y liberar adherencias entre músculos, fascias o tendones.
Durante la sesión, el fisioterapeuta identifica puntos de tensión y aplica movimientos controlados con el gancho. Esto mejora la movilidad de los tejidos, reduce el dolor y favorece la recuperación funcional del paciente.
¿Qué molestias puede provocar el tratamiento?
Es habitual que tras una sesión aparezca cierta sensibilidad en la zona tratada, parecida a las agujetas. En algunos casos también puede haber enrojecimiento o ligeros hematomas, que desaparecen en pocos días. Estas reacciones son normales y forman parte del proceso de regeneración del tejido.
El tratamiento no debe ser doloroso si está bien realizado. Se adapta a la tolerancia del paciente y se combina con otras técnicas manuales o ejercicios según las necesidades individuales.
¿Quiénes pueden beneficiarse de esta técnica?
La fibrólisis de gancho está indicada en personas con lesiones crónicas, contracturas persistentes, cicatrices que afectan al movimiento, síndrome de dolor miofascial o atrapamientos nerviosos leves. También se usa en deportistas para acelerar la recuperación muscular y evitar recidivas.
Sin embargo, no está recomendada en casos de inflamación aguda, problemas circulatorios graves o alteraciones dermatológicas importantes. Por eso es fundamental una evaluación previa por parte del fisioterapeuta.
Conclusión
Si tienes molestias musculares recurrentes o sientes que una lesión no termina de curarse, la fibrólisis de gancho puede ser una opción muy efectiva. Consultar con un profesional cualificado es el primer paso para saber si esta técnica es adecuada para ti. En nuestra clínica estamos especializados en este tratamiento y te acompañamos en cada etapa de tu recuperación.